¿Viajaron miembros de las desaparecidas tribus históricas de La Florida a Cuba antes de la llegada de Cristóbal Colón?
Esta es una línea de investigación abierta que tiene en contra la falta de pruebas arqueológicas y también el desgano para profundizar en algunas evidencias, quizás debido a la negación a priori por parte de algunos investigadores.
Uno de los pocos elementos en este contexto es la existencia en una caverna conocida como Cueva del Muñeco en cayo Ensenachos, en el norte de la provincia cubana de Villa Clara.
Se trata de un petroglifo antropomorfo que algunos especialistas consideran tiene sorprendentes similitudes con caretas hechas por los calusas, una de las desaparecidas tribus históricas de La Florida.
El controvertido petroglifo fue reportado por primera vez en 1941 por el estudioso cubano René Herrera Fritot, en una región donde se han hallado restos de cerámica tosca, sin decoraciones, atribuida a pobladores cubanos ocupados básicamente en la pesca y la recolección.
Relatos históricos establecen que fue una región largamente poblada por indígenas, por lo menos hasta 1703.
Allí se dedicaban al comercio de mariscos con los habitantes de la cercana Villa de San Juan de los Remedios, además de servir de vigías para avisar la llegada de piratas y enemigos de España.
Pruebas insuficientes.
Preguntado sobre el petroglifo de Cayo Ensenachos para el libro Cuba y Estados Unidos: Encuentros Cercanos, el etnógrafo y arqueólogo estadounidense William Marquardt explicó que desestima el parecido de objetos como evidencia de contacto cultural a largo plazo.
Sin embargo el experto en la cultura Calusa consideró posible que una embarcación de ese grupo haya llegado a Cuba, tal vez en un incidente aislado.
Marquardt, un reconocido académico, lleva la razón cuando considera insuficientes las pruebas para dar por terminada la polémica sobre los contactos precolombinos entre los primeros habitantes de la Florida y los de Cuba, otras islas del Caribe y/o Mesoamérica.
Lo que si está documentado es que los últimos calusas puros tuvieron su destino final en Guanabacoa, una villa cercana a La Habana.
Hasta allí fueron llevados por los españoles junto a sobrevivientes de otras de las llamadas tribus históricas de La Florida, cuando este territorio pasó a poder de Inglaterra.
Calusas, tequestas y timucuas, entre otros, fueron instalados inicialmente en el pueblo indio de Guanabacoa, fundado en 1554.
Sin embargo, ante el hacinamiento provocado, varios de ellos fueron trasladados a otros puntos de la isla.
Enigma por resolver
Esta situación abre la opción a otra posible explicación del petroglifo de la Cueva del Muñeco, que pudo haber sido realizado por calusas inmigrantes o resultado de su influencia, pero ya en el período colonial.
Lo curioso es que, aunque los elementos a comparar están al alcance de la mano, no se ha realizado una investigación profunda y el petroglifo de cayo Ensenachos sigue siendo un elemento controvertido y polémico.
Uno de los tantos enigmas de los primeros pobladores americanos.
Para leer más: Contactos Tempranos: El hacha caribeña de la Florida
Estimado Miguel, respecto a los calusas en Cuba poseo información de caracter arqueológico, por favor, escribame a mi correo: osvaldojimenez@patrimonio.ohc.cu
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